Querido defensor del pueblo:
Usted cree que hay que eliminar el tuteo de las aulas, y así por arte de magia todo volverá a un estado de calma. Así mis alumnos en vez de decir "eh Luis tu potra (mi novia) está en la puerta esperándote" o "¿tú sabes que pasa si pego a un profesor en la calle?" lo sustituirán por "eh Don Luis su potra está en la puerta esperándole" y "¿Usted sabe que pasa si pego a un profesor en la calle?".
Que reconfortante, que gran solución. Si hay algo que me salva es que esos chavales (me baso en mi centro), necesitan contacto y cariño, y es lo que se les intenta ofrecer, a veces por supuesto hay que pararles los pies, pero creo que la diferencia hoy día es que se necesitan maestros y no profesores. El problema no es el tuteo, el problema es la sociedad y no inculcar la motivación por algo, la necesidad de esforzarse para conseguir las metas.
Para mí siempre ha sido importante la cultura musical. El otro día hablando con Quilloj, me decía que los adolescentes de hoy en día no tienen el mínimo interés por nada (queja que achaco a la edad je, je). El desprecio por las materias que se dan en los centros viene de lejos, no me sorprendo cuando un alumno dice "la guerra civil terminó con la muerte de Franco y el triunfo de los comunistas" (yo me reía y él se justificaba "pero está muerto o no."), o que "el Romanticismo es un movimiento literario que empezó el 14 de febrero". Como profesor me ayuda mucho saber que yo ha su edad era algo parecido, la diferencia era tener motivación por algo, ya sea comics, música, libros, cine, etc.... eso que antes llamaban subcultura, hoy es algo que te puede ayudar a salir adelante.
Todo esto lo digo porque a un alumno le ha salvado la música, puede sonar muy guay pero es un hecho real (por cierto, esto acaba de sonar como los telefilmes de antena 3). Para los que no lo saben el centro donde trabajo está situado en un barrio malillo, donde el interés se llama dinero fácil en poco tiempo. Un chaval que hace dos años se dedicaba a trampear por ahí, fue aficcionándose a la música heavy, se compró una guitarra eléctrica, buscó gente para formar un grupo, y se ha ido alejando de ese círculo dantesco donde se había metido.
Su madre cuando vino a hablar decía que la música había salvado a su hijo, lo decía con vergüenza como si no la fuesemos a creer, pero es que es así. Yo evidentemente al ver su evolución me alegraba, y mucho más encontrármelo en la tienda de discos donde voy a comprar, ya lo tengo enchufado, para dos heavys y un gótico que hay en el colegio no voy a espantarlos, da gusto poder hablar ampliamente de música con ellos y en parte me veo reflejado en mis días de instituto.
Solo me pregunto si llegará un día en que se ofrezcan auténticas soluciones para tener una educación digna.
PD: Fin del enojo.